Cómo hacer un álbum de fotos para un recién nacido, 2.0.

Hola a todos!!

Después de un largo parón, por fin estamos de vuelta!!

Ha sido largo, lo sé. Vacaciones, rediseños y muuuuuchos encargos (que os iré enseñando, tranquilos) tienen la culpa.

Para volver a coger ritmo voy a enseñaros un trabajo realmente especial. Un encargo de mi suegra, imaginad si era especial (un besito cuando leas esto ;)). La hija de su vecina ha tenido un hijo y quería hacerle un cariñoso detalle y ¿qué hay más cariñoso que un álbum de bebé en el que pegar todos esas fotos que sin duda le harán sus padres? Pues ya tenemos los planetas alienados y ahora sólo falta ponerse al tajo.

Como os comentaba, al hacer un “libro de bebé” es muy importante tener en cuenta que además de que sea bonito (por supuesto) debe tener mucho sitio para poner fotos.

Fotos, fotos y más fotos… no lo olvidéis.

Vamos a ver cómo quedó y espero que os guste tanto como a mí.

Como siempre, empezamos por la portada. Ya sabéis lo que os digo siempre, la portada es la declaración de intenciones de lo que viene a continuación. Es un libro de bebé y el prota es el bebé, ergo… nombre a la portada. En grande!! que se vea bien!!

Y como es un bebé, pues una imagen de un bebé monísimo. El resto del diseño depende la imaginación de cada uno (ahí os lo dejo).

Para este trabajo escogí la colección Dayka Trade niño, porque me pareció muy bonita sin ser empalagosa. Los papeles dan mucho juego y no hace falta añadir demasiados adornos.

Por si os lo estáis preguntando, las medidas del albúm son 8 x 8 pulgadas.

Vista la portada, pasemos al interior. Ahí va la primera doble página.

“No hay nada más dulce que tu sonrisa”

Tela. A ver quién es el guapo que me dice que no se le humedecen los ojos al ver sonreír un bebé. Pues eso. Y un buen hueco para poner una foto bien chula.

En la página impar tenemos un bolsillito con fichas con la información básica del bebé: qué día nací, a qué hora, cuánto pesé y cuánto medí.

Ya sabéis que todas las mamás consideramos que esa información es súper útil para el mundo entero.

Os lo muestro como dobles páginas porque siempre intento que las páginas enfrentadas tengan una continuidad. Me parece mucho más agradable y más acogedor. Supone más curro, por supuesto, pero creo que vale la pena. Una vez más, depende de cada uno.

Pasemos a la siguiente doble página.

Como en las dos primeras páginas ya hemos conocido al prota de la película, ahora toca conocer los secundarios: los papis. Así que foto con papá y foto con mamá. Y ojo que tiene truco, porque se despliegan para poder poner más fotos. Nuevamente os recuerdo que hay que preparar espacio para muuuuuchas fotos (las que seáis mamás ya sabéis de qué os hablo).

Además, están montadas a modo de bolsillito para poder poner también un par de tarjetitas.

Como nota técnica, el relieve lo he hecho con una placa de textura de Embossing. Uno de esos crapichitos que debes permitirte de vez en cuando porque el resultado es espectacular.

Hasta ahora bien, no? pues vamos a por más.

Llevamos mucha carga en las dos primeras dobles, así que ésta debemos hacerla más sencilla. Para oxigenar un poco. Sin temática fija para las fotos y que los papás decidan qué quieren poner.

Dos fotos por página, de buen tamaño, y un par de tarjetas.

Y como siempre, sin olvidarnos de los detalles. Lo importante son los detalles.

Sigamos:

Seguimos con la idea del concepto limpio, como en las dos anteriores. Pero esta vez con una sola foto por página, de mayor tamaño, eso sí. ¿Y qué me decís de los detalles?

Bueno, después de un par de páginas relajadas para tomar aire, vamos a volver al ataque:

“Mi primera sonrisa”.

¿Qué papá/mamá no se ha tirado un buen rato con la cámara intentando sacar la foto de una sonrisita? Pues eso.
Así que démosles la oportunidad de que conste que lo han hecho.

Una vez más son desplegables, así vamos a poder poner dos fotos de buen tamaño por página. Además, al estar una oculta por la otra, da pie a jugar con las fotos elegidas: fotos en secuencia, la sonrisa que me gusta y la sonrisa que me gusta aún más, etc.

En la otra página: “mi primer paseo”. El rey de la calle.

Las dos son también bolsillitos con tarjetas y, ojo a los detalles (jajajajaja), en cada foto hemos puesto un pequeño tirador. No sólo es mono, también es práctico. Detalles, detalles, detalles…

Y vamos llegando al final. Así que vamos a darles a los papás la ocasión de que pongan esas fotos que tanto les gustan y que aún no han podido poner.

Y generalmente porque no coinciden en formato, así que en vez de horizontales esta vez los huecos van a ser en vertical. Que no falte de nada!!

Y llegamos a la última página, que la vamos a dedicar al primer cumpleaños. El colofón perfecto.

De este modo al libro le estamos dando un recorrido de un año. Tiempo más que de sobra para darle mayor valor a la inversión y que nos vuelvan a encargar otro libro una vez pasado el primer año 😉

Y al final la contraportada, como es lógico. Llegados a este punto lo importante es que siga con la línea que hemos llevado en el resto del libro, para dar sensación de continuidad.

El diseño depende de cada uno, como es lógico. Pero os recomiendo que encaje lo más posible con los gustos del futuro dueño. En caso de no saberlos (siempre es conveniente hacer una labor de investigación previa) mi consejo es que la hagáis lo más sencilla posible. Menos es más.

Y ahora, como novedad, os dejo con un vídeo en el que podéis ver el álbum completo, página a página. Espero que lo disfrutéis:

Bueno, pues de momento no os robo más tiempo. Muchas gracias por vuestras visitas y comentarios.

Nos vemos en la siguiente entrada!!

No olvides consultar nuestras entradas anteriores:

Cómo hacer una tarjeta de cumpleaños

Cómo hacer una libreta de scrapbooking

Cómo hacer estrellitas de papel